Del hospedaje Anita al Hotel de France
El edificio fucsia ubicado en pleno centro de Río Ceballos siempre llamó la atención, no sólo por su color estridente sino también su gran escalera curva escoltada por dos enormes esculturas de leones.
¿Cómo fue que tu familia adquirió el hotel?
En el lugar ya funcionaba una hostería, lo obtuvimos por un tío mío. agradeciendo a mi mamá que había cuidado a sus padres hasta el día en que fallecieron, le quería comprar un hotel y transformarlo, haciéndolo más moderno. Entonces obtuvimos el terreno donde se encuentra actualmente el “Hotel de France”, que antes era la “hostería Anita».
¿Cuántos años tiene el hotel?
Como el Hotel de France 20 años, estamos funcionando desde enero del 2001.
¿Cómo fue la situación al momento de construir y al abrir el hotel?
La verdad que fue mucho trabajo, todo un año estuvimos reformando y construyendo el hotel a partir de la hostería que estaba. En aquel entonces yo era más chica, así que los que estaban más abocados a todo eran mis padres.
¿Desde el comienzo estuvo planeado que fuera un hotel o fue cambiando con el paso del tiempo?
No, siempre fue planeado hacer el hotel que es hoy en día.
¿Cuántos dueños tuvo con el pasar de los años?
Dueños hemos sido nosotros, ha estado mi mamá y mi papá dirigiéndolo por muchos años, después he estado yo por un tiempo, ha estado mi hermano y ahora lo tenemos alquilado hace cuatro años.
¿En algún momento fue un hotel sindical?
No, nunca fue un hotel sindical. En ese terreno en 1930 funcionaba una herrería, después se construyó el “Hotel Anita” hasta 2001 que fue reformado por nosotros, ya que era una edificación vieja.
¿Hubo algún momento en donde el hotel estuvo a punto de cerrar?
Sí, hubo épocas difíciles en las que bajó mucho el turismo en Río Ceballos, entonces lo que se hacía era cerrar de lunes a viernes y abrir los fines de semana y en temporada. Después, en la cuarentena y esto que estamos viviendo ahora, se planteó, pero lo que hicimos fue ponernos de acuerdo entre el inquilino y nosotros, acompañarlo para que pueda seguir con el hotel abierto y hasta ahora lo hemos logrado.
¿Cuál fue la experiencia más estresante vivida en el hotel?
Bueno, es un hotel familiar ya que es chico, tiene trece habitaciones, el estrés se vive constantemente. La peor experiencia como para darles un ejemplo, fue una vez que teníamos el hotel lleno y no nos traían el gas para cargar el zeppelin, nos estábamos quedando sin gas fue todo un tema. Después se te rompe el termotanque justo cuando está lleno, la bomba de agua y conseguir gente que las venga a arreglar es muy estresante.
¿Algún famoso se hospedó en el hotel?
Sí, algunos de ellos fueron Ana María Orozco quien había venido a reunirse con toda su familia, también estuvo el bailarín de danzas clásicas Maximiliano Guerra, Marcelo Iripino con el grupo Mis Argentinos eso estuvo muy lindo porque llenaron todo el hotel, bailaban y ensayaban acá, fue hermoso, Aldo Monjes también se hospedó y hubo muchos más.
¿Cuál fue el cambio más radical que tuvo el hotel?
El cambio más radical fue cuando se hizo porque el hotel Anita era una hostería de ocho habitaciones, nosotros hicimos toda una estructura del frente que ustedes la conocen, tiene una escalera impresionante, se hizo un subsuelo en el cual se construyeron cinco habitaciones más, son solamente cinco porque son habitaciones en suite enormes, con baños grandes para hacerlo más especial al hotel. Se llevó siempre la idea de hacer un hotel boutique, es decir, cada habitación es especial, tienen colores diferentes y decoraciones distintas. Hay un salón grande donde se hacen convenciones y también tenemos la pileta. Todo eso antes no estaba, los cambios más fuertes fueron desde el principio.
¿Qué reformas tienen planeadas para el hotel a futuro?
En el futuro la verdad que planeado así como algo grande no, tenemos planeado cambios estructurales como el paso de gas a las cocinas, el cambio del tanque de agua, cosas así.
«En ese terreno en 1930 funcionaba una herrería, después se construyó el Hotel Anita hasta 2001 que fue reformado por nosotros«
Por Macarena Córdova y Paloma Pen. Instituto Educativo Nuevo Milenio.