Radio los Inestables una familia comprensiva

Radio los Inestables una familia comprensiva

Un grupo de estudiantes de quinto C TT del IPEM N°207 decidimos compartir una jornada en la radio Los Inestables que se encuentra en el Hospital Neuropsiquiatrico Provincial, o bien como dicen los y las inestables “una tarde de locura radiofónica”.

Fue una tarde otoñal un tanto fresca y ventosa. El Hospital queda en Bº Junior. Al entrar nos encontramos con usuarios de salud mental, estudiantes de la UNC, las coordinadoras de la radio y público en general que asisten cada martes a las 15:00hs, desde hace 7 años para hacer el programa.

Una vez reunidos en el hall central del HNP, todxs los asistentes pasamos por el pasillo hasta llegar al patio del internado donde se hizo la radio abierta. Colaboramos para ubicar los bancos en círculo, a un costado se colocó una mesa con la computadora, una consola y un parlante, y para darle decoración a la radio, al frente de la mesa había una bandera que decía RADIO LOS INESTABLES y entre unos pilares que estaban detrás de la mesa, colocaron unos banderines de colores.

En uno de los pilares pegaron un afiche donde ponían los temas que iban a tratar y quiénes serían los que hablarían cada tema, así era como se organizaban para que no hubiera confusión y saliera todo bien. Todo tenía que estar hecho para que durara solo una hora, ya que luego se edita el programa y se lo envía a las distintas radios comunitarias que lo retransmiten. El programa salió muy bien, entre todxs participábamos, debatíamos y también nos reíamos mucho con los temas que se hablaban.

Al terminar la grabación del programa radial, llegó el momento de la asamblea. Todos nos fuimos a dentro del Neuropsiquiátrico para charlar sobre lo sucedido en la radio, evaluar, ver qué cosas cambiar o agregar mientras tomábamos mate cocido y comíamos la merienda. En ese momento, mientras circulaba un pedazo de torta, sentados en ronda, nosotros, los y las estudiantes del Requena, les hicimos una entrevista a los inestables para conocerlos un poco más. Así se fue armando una linda charla donde los talleristas, participantes y usuarios contestaban las preguntas entre todos, agregando y sumando información, anécdotas y recuerdos.

Alrededor de las 18hs. se terminó la jornada para nosotros. Al salir del hospital, con los profes comentamos que todo estuvo muy bueno, que la pasamos re lindo y todos coincidimos en que fue algo distinto. Nos comprometimos a volver para presentar la revista, nos saludamos y emprendimos el viaje de regreso a nuestras casas.

INESTABLES, PERO NO INCONSCIENTES

A continuación, compartimos las voces de la entrevista colectiva que realizamos en la ronda al finalizar la radio. Nos respondieron entre usuarios de salud mental, estudiantes y coordinadoras del proyecto. La historia de Radio Los Inestables, sus logros, dificultades y desafíos se despliegan en un coro que inspira pasión y compromiso por el otro.

¿Cómo surgió la idea de hacer Radio Los Inestables?

-La idea surgió espontáneamente en un taller de manualidades coordinado por estudiantes en ese momento, Solana Yoma y Marisa Forneris. Resulta que un día no había luz y a falta de música uno de los participantes dijo que podía hacer de radio, que hagan de cuenta que le enchufaban algo en la espalda y así hacía de radio, de ahí surgió la idea.

Todo empezó a funcionar con una radiecita, después con un megáfono que es parte del dibujo de la radio que lo representa, luego con una grabadora a casete, después con un mini componente, con los parlantitos chiquitos de compu, o sea se empezó desde muy abajo.

-Particularmente me gusta porque la radio es un espacio terapéutico, más allá de la medicación y del tratamiento con el psicólogo y el psiquiatra, es un espacio bastante terapéutico. Ver nacer a este espacio y cómo se formó, la verdad te da muchas ganas de contarlo una y mil veces.

Particularmente me gusta porque la radio es un espacio terapéutico, más allá de la medicación y del tratamiento con el psicólogo y el psiquiatra, es un espacio bastante terapéutico. Ver nacer a este espacio y cómo se formó, la verdad te da muchas ganas de contarlo una y mil veces. (DESTACADO)

¿Cómo surgió el nombre los inestables?

Surgió porque vino una de las personas que estaba internada, sacó el grabador de la mesa y se fue corriendo para adentro del internado, luego volvió, puso el grabador sobre la mesa, le puso play y haciendo una voz como si fuera otra persona dijo: “esto es una grabación confidencial vengo a presentar el nombre de la radio”, de repente anunció: “la radio se llama los inestables”, empezamos a aplaudir y así fue, está grabado en un casete.

¿Y desde cuando se empezó a retransmitir en otras radios comunitarias?

Nacimos como una radio abierta en el hospital. Luego, nos apadrinó la Radio Sur de Villa El Libertador a través de Judith Gerbaldo, allí fue cuando se empezó a grabar y editar para pasar en formato programa a otras emisoras de radios populares y comunitarias.

¿Qué efectos ven ustedes que tiene la radio con la gente de afuera?

Como dijo Adrián esa pregunta es más para ustedes que vienen de afuera, pero viéndolo como usuario y participante de la radio, cuando llega alguien nuevo queremos compartir el micrófono, escuchar su palabra, saber cuáles son sus ideales, por ejemplo, cuando elegimos los temas del día para debatir en el programa, el punto es escuchar y compartir.

¿Qué significa la radio para ustedes?

-Todos los compañeros me hacen parte de una gran familia que a su vez tiene personas que son itinerantes que van y que vienen, me emociona mucho porque uno está un poco acostumbrado a la soledad, la discriminación. Me encanta sentirme parte de este proyecto, ojalá le pase lo mismo a los que están participando.

-Encontré la contención de un espacio abierto, libre, con personas que son como una familia.

-La radio para mí ocupa uno de los principales lugares de mi vida, no solamente es un espacio de radio, sino que contiene a quienes están en ese espacio, esa contención no tiene precio, ni validez económica, ni nada. El único valor es dar lo que uno recibe, por eso muchas veces me aferro mucho a una frase: “alimentar lo que a uno lo alimenta”. Tuve el valor y el empeño de seguir alimentando lo que a mí me alimentaba: que esta radio siguiera funcionando y poder aportar.

¿En qué les gustaría que mejore la radio?

Es una necesidad imperiosa el espacio físico, hoy nos re helamos, se nos volaba todo con el viento. Somos una organización autogestiva e independiente, las coordinadoras no trabajamos acá en el hospital y no somos parte de la institución, no cobramos, y esto de no estar dentro del hospital, sino que sea un proyecto voluntario, ad honorem, tiene una serie de dificultades, impedimentos, obstáculos, remadas. Venimos con los equipos de radio todas las semanas, cargando y descargando, y nunca pudimos conseguir una piecita, un mínimo espacio físico donde dejar las cosas.

¿Qué políticas públicas facilitan este tipo de espacios o qué políticas la dificultan?

Con la radio ganamos un montón de premios, felicitándonos por el trabajo y por lo bien que nos adecuamos a la ley de comunicación y a la ley de salud mental. Pero no hay voluntades políticas que aporten para que esto se sostenga más que de las voluntades y las convicciones de los que estamos acá. El Estado no puede descansar en que la transformación dependa de voluntades.

Antes de irnos una inestable nos dio este mensaje:

“Quería decirles chicos que si alguna vez necesitan salud mental van a poder encontrarnos, y agradecerles la venida acá y que sigan estudiando que está bueno, que sigan su vida, que sean alegres, que tengan buena vida y felicitaciones”.

Por Genaro Ibarra, Acosta Micaela, Karen Delfini, Cristian Demaría, Jimena Gutiérrez, Alexis Rodríguez

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *