La Quebrada

La creación de la Reserva Hídrica Natural Parque La Quebrada

Cuando era Senador Provincial, José Del Boca estaba con su esposa en Bariloche y tuvo la oportunidad de ver uno de los parques nacionales más hermosos del país: el Nahuel Huapi.  No existía hasta ese momento, en la provincia de Córdoba, ninguna reserva natural y le preocupaba –como vecino de Sierras Chicas- cómo proteger el vaso hídrico del Dique La Quebrada y todo lo que lo rodea.

Ese viaje familiar le sirvió de inspiración para redactar y proponer la Ley “Reserva Hídrica Natural Parque La Quebrada”, en el año 1985, representándolo la Unión Cívica Radical (UCR) junto con el Senador Serafini.

¿Qué es y hasta dónde abarca el vaso hídrico del Dique La Quebrada? 

El vaso hídrico es toda el agua que recoge la lluvia y que desemboca al Dique La Quebrada. Son aproximadamente 45.000 KM² lo que compone la Reserva Natural en todo su esplendor.

El límite con La Falda divide el agua que baja hasta Río Ceballos, desembocando finalmente en el Dique La Quebrada, y el agua que baja para el lado del Valle de Punilla. 

¿Cómo fue el proceso de formación de la Ley? ¿Quién intervino? 

Para lograr un proceso de formación de ley y redactarla, tuve en cuenta varias cuestiones. La Quebrada pertenecía a la Dirección Provincial de Hidráulica (DPH), todo el campo y sus alrededores correspondían a Recursos Hídricos. Indudablemente el resto dependía del Ministerio de Agricultura y Ganadería, quienes colocaron un guardaparque dentro de la jurisdicción para el cuidado del predio. El agua del dique dependía de la Empresa Provincial de Agua Potable (EPAP) y en aquel entonces estaba el Ministerio de Medio Ambiente. 

Posteriormente a estar informado, me tocó consultar con las autoridades de Río Ceballos y debatir las diferentes opiniones de los encargados del cuidado de La Quebrada. Estuvieron de acuerdo con la creación de algún tipo de reserva en el lugar, dada las características que tenía el Dique.

Es importante recalcar las diferentes posturas que se tuvieron en cuenta, por ejemplo: Hidráulica quería proteger el dique, la empresa de agua potable quería proteger especialmente el agua, la gente de medio ambiente quería alambrar cada sector del dique, Cultura y Ganadería quería resguardar todo lo que esté fuera del agua ya que su cuidado pertenecía especialmente a ellos, la Dirección de Turismo al notar un proyecto favorable para la ciudad de  Río Ceballos, pretendía hacer hoteles o lugares turísticos importantes dentro de la reserva. Entre ideas y propuestas finalmente se llegó a un acuerdo entre todos.  

¿Cuáles fueron las propuestas principales de su parte y de las autoridades de Río Ceballos?

La idea principal era hacer algo en La Quebrada para proteger lo que en aquel momento era agua potable distribuida en Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza. Ahí es donde se presentó el proyecto formal para la conformación de una reserva hídrica para proteger el agua de La Quebrada, por tal motivo adopta el nombre que hoy en día conocemos. 

Entre todos empezamos a darle forma al proyecto de una Reserva Hídrica.
A mí, personalmente, me gustaba que adoptara el nombre “Parque Dique la Quebrada” porque, como anteriormente dije, estuve en los parques nacionales al sur de la Argentina. Finalmente, el nombre quedó establecido como “Reserva Hídrica Natural Parque La Quebrada”. 

¿Por qué no se permiten los vehículos a motor en el espejo de agua? 

La idea principal era proteger el agua. Se quería evitar lo que ocurre en otros diques que tenemos en la provincia que, al día de hoy, son afectados por líquidos cloacales y por los vehículos a motor (tanto lanchas como motos de agua). Una gota de aceite contamina diez metros cúbicos de agua, por eso se prohibieron los vehículos a motor en el Dique La Quebrada. 

En Pozos Verdes, al igual que en el actual embarcadero, se autorizó un puesto para hacer tours o pescas en bote dentro del dique. 

Tiene alguna particularidad comparándola con otras legislaciones de Reservas Naturales de la Provincia? 

Hace pocos días estuve en la Reserva del Condorito y la Reserva de Los Túneles, donde principalmente protegen el sistema ecológico de la zona. Éstas, se encuadran dentro de lo que establecía una ley que ya existía, pero nunca se había aplicado para hacer algún tipo de reserva natural.

El Dique San Roque en Villa Carlos Paz, está muy contaminado porque todos los líquidos cloacales del Valle de Punilla, desembocan en él.

¿Qué condiciones se tuvieron en cuenta en el lugar y alrededores?

Una de las condiciones que se establecieron fue que no se podía tener más de un animal cada cinco hectáreas, ya que la vaca o el caballo, con su vida natural, quita la pastura de los alrededores y frena la corriente de agua que debe desembocar en el Dique La Quebrada. 

Otra condición que se planteó fue la expropiación dentro de la copa hídrica -todo lo que hoy en día se puede ver en el dique-. En ese entonces no había suficiente dinero para realizar la expropiación, pero lo que se pretendía era negar cualquier tipo de edificación – ya sea hoteles, fábricas, comercios o casas- para evitar la contaminación que producirían en el agua. En caso de que no se estableciera esto, el proceso de potabilización del agua costaría el doble. 

¿Cómo se comportó la población de Colanchanga con el nuevo proyecto de ley? 

No beneficiaba mucho a los residentes de Colanchanga, ya que se establecía una construcción controlada dentro de sus tierras. 

Se creó un artículo especial para los alrededores del Dique La Quebrada, como Colanchanga, que dice que no se puede construir más del 10% de la superficie de terreno que se tiene. Es decir, si tengo 1000m2  puedo construir 10m2.  Los terrenos del lugar no tienen menos de 1000 m2. Este artículo se hizo especialmente para evitar la contaminación del dique, proveniente de los desechos cloacales que podrían llegar a producir la construcción no moderada en el lugar.

¿Qué actividades habituales cambiaron en el dique luego del proyecto de ley?

Además de prohibir la circulación en vehículos a motor, en el dique se hacían muchas carreras de motocross. Éstas se suspendieron y prohibieron al igual que los Rally, porque no solo la reserva, sino todo el ecosistema, desde los pájaros hasta los animalitos, prácticamente habían dejado de existir. 

¿Sabe si se aplica la ley hoy en día en su totalidad? 

Sí, la ley se aplica desde el día número uno que se decretó. Para mi sorpresa, la gente del Ministerio de Cultura y Ganadería tenían guardaparques que acababan de recibirse en Bariloche, y ellos fueron los primeros en instalarse en Pozos Verdes, dentro del dique La Quebrada, apenas salió el decreto, encargados del cuidado de toda la reserva.

El primer día, los guardaparques quitaron 43 tramperos para animales y se prohibieron en su totalidad. Tampoco permiten quitar plantas de la reserva; mantienen un cuidado excelente. 

También, en la parte de abajo del paredón del dique, en el conocido playón de la antigua zona obrera de los constructores del dique, donde actualmente se encuentra la estación de colectivos, hicimos una reforestación que hoy en día se aprecia como un bosque muy lindo, todo con plantas autóctonas. 

¿Cómo se comportó el pueblo respecto al nuevo predio de la Reserva Natural?

Para mi asombro, todo el pueblo tomó consciencia de la reserva. En particular, los chicos de los colegios fueron los que más impulsaron todo esto. Desde no tirar la basura hasta el cuidado de los animales y plantas. El pueblo también estuvo presente en los grandes incendios que sufrió la reserva La Quebrada. 

¿Algo que pueda destacar del proyecto de ley en su totalidad? 

El orgullo más grande para mí es que se han creado 1.874 nuevas reservas basadas en el proyecto de ley Dique la Quebrada. No solo en Argentina, sino en varios países como Brasil, Uruguay, Chile, entre otros. Usando como ejemplo la ley ya establecida que creé en conjunto con otras entidades.

¿Recibió algún tipo de reconocimiento u homenaje por el proyecto de ley dictado? 

No, nunca recibí nada. Pero tampoco hice esto para recibir algo a cambio. Hice las cosas por el bien de todos y porque era mi obligación como Senador de la Provincia de Córdoba. Hoy en día puedo acercarme y, además de ver un pajarito (que antes, cuando yo era chico, los cazaba con la honda porque era algo común), puedo encontrarme por toda la reserva muchos animales que antes era imposible ver. 

 

Por India Lallana y Bruno Del Boca. Instituto Educativo Nuevo Milenio

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