Cristina Wargon: entre la literatura y el humor, la ciudad y las sierras
Periodista, escritora y humorista. Inició su profesión en Córdoba y trabajó durante 30 años en los principales medios de Buenos Aires, entre ellos la revista “Humor” y el programa “Infómanas”. El amor por su familia la trajo de vuelta a Córdoba. Pasa la cuarentena en Mendiolaza, cuidando sus plantas, corrigiendo su próximo libro y dictando talleres de humor por zoom.
EM: ¿En qué momento empezó a escribir y por qué?
CW: Empecé a escribir más o menos como todos los niños, supongo que a los 6 años. La única diferencia es que yo no paré nunca, sencillamente, por mil motivos pero básicamente porque me gustaba.
EM: Estudió en un colegio religioso ¿de qué manera influyó en su vida y en su profesión?
CW: Tengo del colegio de monjas (en el cual estuve internada unos meses también), un recuerdo espantoso, de una gran opresión, de una gran culpa por mi condición de mitad judía y mitad católica, con lo cual me persiguieron y me torturaron mucho, y creo que quizás haya influido en mi obra, aunque normalmente aparece como una referencia, nunca como una nota, en la profunda rebeldía que me dio, creo que es una rebeldía que no va a parar nunca.
EM: ¿Cuántos libros escribió y de qué tratan?
CW: Escribí cinco libros y uno que quisiera olvidar. Tratan todos sobre la vida cotidiana, la función de la mujer en la vida cotidiana, sobre hijos, los nietos, todo lo que tenga que ver con la mujer, pero escrito desde el humor.
EM: Como periodista ¿En qué medios trabajó y cuál le gustó más? ¿Por qué?
CW: Si yo te digo en todos los medios en los que trabajé no alcanzaría esta nota, pero creo que el que más me gustó, definitivamente, fue la revista Humor, qué fue además un orgullo. Y en televisión creo que en el programa que más me gustó estar como guionista, no como conductora, fue “Infómanas”. Después tengo cientos de programas, algunos buenos, otros malos y otros pésimos, porque los periodistas lamentablemente no podemos ni hacer el medio en el que trabajamos, ni a veces elegir demasiado el medio y así vamos haciendo nuestra carrera.
EM: ¿Y por qué fue el medio que más le gustó?
CW: Porque en un momento dado, la revista Humor, que brilló durante la última dictadura militar, llegó a juntar la gente más brillante este país. Cuando yo llegué a esa revista, iba desde Córdoba, y para mí era como entrar en una feria de diversiones, no podía creer que yo estaba ahí, porque toda la gente que yo había admirado toda mi vida, estoy hablando de María Elena Walsh para abajo lo que te guste y para arriba, estaban todos, y todas esas personas que yo pensé que no iba a llegar a conocer nunca, porque vivía en Córdoba y trabajaba en un diario cordobés pequeño al lado de lo que era eso, era con la gente que me cruzaba todos los días, era una impresión maravillosa la que me daba, y un orgullo.
EM: ¿Cómo fue iniciarse en el periodismo del humor en tiempos en que no era ejercido por muchas mujeres?
CW: No era ni es. No es que las mujeres tengamos menos humor que los varones, sino históricamente todos los cargos que han sido bien pagados y dependieran del talento personal no de la mano de obra, siempre fueron ocupada por varones, todavía hoy. Porque la verdadera igualdad de las mujeres va a llegar cuando veamos sentada en el lugar de un jefe a una mujer idiota. Eso me lo enseñaron las diputadas mexicanas que pude conocer, de izquierda. Porque si vos te pones a ver y a escuchar a la gente cuando habla, ya lo vas a vivir vos y lo vas a experimentar, que tenés muchos jefes idiotas, pero cuando una mujer llega a jefa es tres veces más inteligente que todos los varones que la rodean.
EM: ¿Podrá contar sobre su experiencia como humorista?
CW: Escribir sobre mi experiencia como humorista es como escribir un libro, épocas buenas, épocas malas, épocas brillantes en el sentido en que yo sentía que escribía brillantemente, y después las épocas de incertidumbre que tenemos todos los periodistas. Esa maravilla que era la revista Humor, terminada la dictadura, cerró. Entonces tuvimos que salir volando todos para distintos destinos. Y yo he trabajado en todos los medios y hecho todo en el periodismo, lo único que no hice en el periodismo es policiales, porque hasta los fúnebres hice alguna vez.
EM: Usted escribió la obra de teatro “Acaloradas” ¿En qué se basó?
CW: Yo en general me baso en mi vida y “Acaloradas” (que la escribí con Esther Feldman) llegó en un momento que yo comenzaba mi menopausia. “Acaloradas” es eso, la menopausia se caracterizaba, no sé si todavía se caracteriza, por los calores. Era un tema muy tabú, pero coincidió con la primera obra que hablaba de eso en Estados Unidos, un musical era, y tuvo mucha suerte “Acaloradas” porque todavía de vez en cuando la ponen y hace más de 20 años que fue escrita.
EM: Usted fue premiada con un Martín Fierro ¿Por qué trabajo?
CW: Porque se equivocaron, te diría yo. En realidad fue por un trabajo en Córdoba qué se llamó “Otros Tiempos”, producido por Serbali, donde estaba Gabriela Castillo como productora, y yo conducía. El programa se trataba de la historia antigua de Córdoba, no lo quería hacer porque decía que no hacía conducción de televisión, pero me llamaron y me mostraron material qué tenían y cuando vi la historia de Córdoba antigua me enamoré y dije: “este programa lo hago o lo hago” y lo hicimos y conseguimos ese Martín Fierro.
EM: Su vida en Sierras Chicas ¿Se vio plasmada en alguna de sus obras?
CW: En todos mis libros el telón de fondo es Córdoba al que yo siempre nombro como “mi aldea” y después en las Sierras Chicas, concretamente, cuando se vino a vivir toda la familia, de esto hace ya 20 años, yo vine con ellos de alguna manera. Hice tantos viajes, yo vivía en Buenos Aires, una vez saqué la cuenta y había viajado, como una ida a la luna. Escribí sobre los hechos de Sierras Chicas, concretamente Mendiolaza. Recuerdo notas de un colegio que se llama Milenio, recuerdo muchas notas sobre mi nieta, sobre los zapatitos de mi nieta, sobre el teatro que hace mi nieta, discusiones con mi nieta, sobre los reyes magos con mi nieta. Sobre todo está muy presente la más chica, porque ya no puedo escribir sobre los más grandes porque me regañan.
EM: ¿Actualmente está escribiendo algo?
CW: Actualmente tengo una novela sin publicar. Quizás no se publique nunca. Dios sabrá después de lo que estamos viviendo. Hace muchos años que empecé a dictar talleres de humor, en este momento se ha transformado en talleres virtuales.
EM: Profesionalmente ¿Tiene algún sueño por cumplir?
CW: No, yo estoy conforme. Me gustaría seguir escribiendo, nada más que eso, seguir escribiendo.
Por Calzona Amparo. Instituto Educativo Nuevo Milenio