Mi objetivo es ser coherente en lo que pienso, lo que siento y lo que digo
Nataniel Soueid es un joven cordobés que decidió dejar su vida cómoda y exitosa en Villa Allende para dedicarla de lleno a ayudar a niños de la India.
E.M ¿Cómo y por qué decidió viajar a india? ¿Qué lo llevó a colaborar en esta situación?
N.S.: Siempre me interesó la Psicología y la Antropología, el tema humanitario me moviliza mucho. A mediados del 2018 tenía la idea de viajar, juntar dinero y luego dedicarme a hacer un voluntariado y por esas cosas de la vida yo estaba trabajando en una empresa que tiene locales en Argentina, Chile y Paraguay, también una agencia de marketing digital y una empresa de Ecommerce, por lo cual estaba ganando una cantidad de dinero importante. Conocidos me decían que continúe con esa carrera ya que me estaba yendo muy bien, pero me sentía bastante vacío, y creía que de nada me servía acumular dinero y bienes si no las utilizaba para que más personas puedan tener acceso a más oportunidades. Me hizo pensar que mis padres me dieron las herramientas necesarias, y dije bueno, haber ahora ¿qué cosecho de todo esto?, y concluí que no estoy en esta vida para cosechar dinero sino amor.
En 2019, apenas comenzó el año decidí dejar todo y realizar un cambio, me junté con dos amigos que habían estado en la India, y ellos me cuentan sobre Jesumiel, una mujer Argentina que conocieron cuando viajaron para India, yo nunca había investigado sobre eso, y en aquel entonces cuando renuncié al trabajo tenía dinero como para viajar un año y medio y quería conocer distintas partes del mundo, pero termino contactándome con Jesumiel y me comenta un poco sobre cómo era la vida en esos lugares y que eran dos personas colaborando, Jesumiel y Facundo, que hacía 8 años estaban en esa situación y que pudieron alquilar un basural para la vida de los niños, y me dijo que ellos se iban y ese lugar hecho con tanto amor iba a será derrumbado; Jesumiel me pregunta si podría yo quedarme hasta que ellos vuelvan, lo cual sería aproximadamente cuatro meses, yo sin conocer nada dije que sí y cambié los pasajes (tenía pensado recorrer el norte de India e ir bajando).
E.M ¿Forma parte de alguna ONG o asociación? ¿Recibió alguna capacitación antes de viajar?
N.S.: Yo no conocía nada, había tenido algunas experiencias muy por encima en un club donde formaba parte como voluntariado, había organizado algunas colectas con la fundación Banco Alimentos de Córdoba y otras ONG, había empezado a usar la planificación estratégica -era lo que yo hacía pero abocado a los proyectos en impacto social-, no recibí ningún tipo de capacitación pero decidí viajar a India.
E.M ¿En qué consiste su participación? ¿Cuál es la mayor problemática en India?
N.S.: Al llegar a Varanassi, una ciudad basural donde vive este grupo de personas, me di cuenta que todos los conceptos que nosotros tenemos no aplican, es algo completamente distinto, como otro paradigma, otra forma de vivir, se vive entre la basura . El hogar donde vivían estos chicos estaba todo inundado, entonces fue llegar y empezar a trabajar inmediatamente, hubo que vaciar el lugar y volver a llenarlo, allí nadie tiene una participación fija, ya que todos realizamos todo tipo de tareas. Unas de las problemáticas más grandes es el tráfico de órganos, ya que estos niños tienen menos derechos que un animal, hasta los mismos parientes los venden a cambio de drogas. Pero es para destacar la sonrisa de estos niños ya que a pesar de vivir entre alcohol, drogas y golpes, viven sonriendo.
E.M ¿Hay distintos estratos sociales? ¿Se respetan los derechos humanos?
N.S.: En Indias se dividen en castas, así denominan a las clases sociales, y este grupo de personas pertenece a la casta pobre, llamada «los intocables», se la trata como basura, los dejan morirse viviendo en un basural, y no sólo que no se respetan los derechos humanos sino que este grupo de gente no los tiene, entonces van por el camino del alcohol y las drogas. Cuando llegué había un caso de un niño de 5 años recién recuperado porque era alcohólico y fumador, tienen relaciones sexuales todo el día y están condenados a eso, la gente los insulta, les pega y los maltrata.
E.M ¿Reciben algún tipo de educación?
N.S.: Cuando comenzó con todo esto, Jesumiel trabajaba en el hogar Madre Teresa de Calcuta pero sentía que en la calle hacía falta ayuda; había niños y niñas muriendo de hambre, sucios, así que empezó hace aproximadamente ocho años y comenzó a dar clases al lado de un río, y los chicos estaban acostumbrados a golpearse entre sí. Uno de los mejores cambios que logramos fue cambiar esos golpes por abrazos y había casos en los que se golpeaban para que yo los rete y decirles que se pidan disculpas con un abrazo, hasta que se entendió que no era necesario el reto para abrazar o darse amor entre sí.
E.M ¿Sintió miedo o impotencia?
N.S.: La verdad que no sentí miedo, ni tampoco impotencia sino que con el pasar del tiempo entendí que esto es así, y los gobiernos desde que tengo uso de razón siempre actuaron igual, entonces pienso que no hay que esperar a que los otros hagan el cambio, entonces yo desde mi humilde lugar empecé a utilizar mis herramientas para lograr colaborar, y esto me ayudó a abrir los ojos a que ésta es la realidad, creo que todos nosotros tenemos la responsabilidad de sembrar un mundo distinto.
E.M ¿Cumplió su objetivo? ¿Piensa volver?
N.S.: Creo que mi objetivo es ser, ser coherente en lo que pienso, lo que siento y lo que digo así que creo que ese es mi objetivo en esta vida y no es que lo logré sino que día a día trato de mejorar. Sí tengo pensado volver, iba a viajar en septiembre pero con todo este problema calculo volver el año que viene porque realmente aprendí mucho y los considero como una familia.
“Todos nosotros tenemos la responsabilidad de sembrar un mundo distinto”.
Por Valino Martin y Quiros Facundo. Instituto Educativo Nuevo Milenio.