Las madres de Ituzaingó luchan por Justicia
Entrevistamos a las Madres del barrio Ituzaingó, Norma Herrera, Vita Ayllon y Marcela Ferreyra. Les preguntamos sobre los problemas y las consecuencias que trajo la fumigación ilegal, también hablamos del comienzo de su lucha y de las expectativas que tienen para el futuro.
Nos comentaron cómo han tenido que tratar este problema ambiental con la justicia y sobre el futuro juicio que está por realizarse. También sobre los acusados que están en el banquillo. Nos relataron sobre el sueño que tienen de solucionar este problema, la cantidad de niños afectados con agroquímicos, las consecuencias que trajo y que siguen afectando a los pequeños que nacen hoy en día.
¿Qué hacen todos lo 19 de cada mes?
Marcela Ferreyra: Todo los 19 de cada mes damos la vuelta en la Plaza San Martín donde hacemos la concentración de barbijos; hace ya dos años y dos meses lo estamos haciendo, aunque llueva o haga calor, todas nosotras estamos y estaremos ahí, gracias a Dios hay gente que nos acompaña siempre.
¿Y por qué lo hacen?
Marcela Ferreyra: Y bueno nosotros lo hacemos para pedir justicia por la gente que ya falleció, por la gente que está enferma, por los chicos que tienen problemas de malformaciones. Pedimos justicia por la gente que nos fumigaron por tantos años, que vayan a la cárcel y que paguen todo el daño que nos causaron, eso queremos lograr en la Causa Madre, el próximo juicio que se viene. Si el juicio sale favorable creo que las personas que van a fumigar frente de una casa de un barrio, la van a pensar dos veces, porque realmente es un asesinato lo que están haciendo. Hay gente que se está muriendo de cáncer, niños con problemas graves que toda su vida van a llevar esa enfermedad. Han causado mucho daño contaminando el ambiente; tenemos que cuidarlo, cuidarlo para nosotros, para los niños y para las nuevas generaciones, porque vamos a llegar a un momento en que no vamos a tener agua potable, vamos a llegar a un momento en que ni siquiera vamos a poder sembrar una planta, porque va a estar todo contaminado.
¿Hay niños con malformaciones?
Vita Ayllon: Sí, hay muchos niños con malformaciones, y que a pesar de que desde el 2008 no se fumiga, hay chicos que hasta la actualidad siguen naciendo con malformaciones, porque el problema es cuando estás expuesto a bajas dosis, no es que la gente se enferma toda en el mismo momento, eso va apareciendo con el tiempo, porque el agroquímico se acumula en el tejido graso y no se elimina por materia fecal ni orina, eso está almacenado en el cuerpo. Y hay otro problema grave, hay niños que tienen hasta seis agroquímicos en la sangre, y sin un seguimiento médico no sabemos si tiene un tratamiento. Y lo más terrible es que la ciencia es la que debería estar investigando esto y no lo hace, al mismo tiempo, el Estado esta olímpicamente ausente porque no se toma en serio todo el problema. El niño nace con una malformación y nadie lo investiga, no hay una política para la salud donde al profesional se le dé la posibilidad de investigar, por eso también nuestro reclamo es porque en esto tiene que estar involucrado el médico.
Uno lo sufre en carne propia, todavía nos falta la palabra del médico y no la tenemos, entonces nuestra pelea aparte de pedir justicia al Estado, es que se asista a los niños que están enfermos; porque no sabemos en el futuro qué va a ser de su vida con los riesgos que están corriendo. Porque a la mamá le dijeron que tiene agroquímicos, pero solo con eso la dejaron, no le dijeron si le va a traer algún problema. Hay un Estado totalmente ausente. Hay más de 150 chicos a los que les han hecho los análisis de los cuales sabemos que tienen agroquímicos; pero del resto que no se hizo los análisis no hay datos concretos, entonces creo que, si un niño de cuatro años tiene agroquímicos en la sangre, el resto también lo tiene, y ese niño viene ya desde el vientre de la madre.
¿Cuándo comenzó su lucha?
Vita Ayllon: La lucha de las madres comienza en el 2002 porque había varios casos de leucemia que nosotros en ese momento no lo relacionábamos con el campo o con la soja, porque teníamos un verde hermoso y estábamos felices de ver ese campo tan lindo, viendo como fumigaban las avionetas. No teníamos ni idea de que eso era un veneno, hasta que se empezaron a dar tres casos de leucemia en un sector muy pequeño.
¿Cómo fue que empezaron a salir a la luz los casos de contaminación?
Vita Ayllon: Las vecinas comentaban, se preguntaban qué estaba pasando, por qué se daban tantos casos de leucemia. Tomaron ese pequeño comentario y se lo llevaron al Ministro de Salud. Lo que uno espera del Ministerio es que actúen, que averigüen sobre lo que está pasando, pero no es así. La situación se mantuvo así hasta abril del 2002, fecha en que Viviana Fernández se entera que viene el Canal 12 cerca del barrio, así que va y los trae a los periodistas al barrio, y se hace una reunión; ahí es donde se comienza hablar de la leucemia. Sumado a eso, los vecinos se reúnen porque todos relacionábamos las enfermedades con el agua, entonces, un vecino propuso una protesta frente al tanque de agua porque era agua de pozo que tomábamos todos. Por esa protesta vino Canal 10 y nos dijo que era muy poca la gente que había, y nos preguntaron si nosotros nos comprometíamos juntar a todo el barrio para la tarde, ellos vendrían y hacían el móvil en vivo. En ese momento, las madres, no nos conocíamos, pero todas salimos a buscar a la gente para convocarla para la reunión de la tarde. Y a partir de ahí fue creciendo el problema y difundiéndose cada vez más.
¿Por qué fue que decidieron ponerse el nombre madres?
Norma Herrera: Decidimos poner ese nombre porque a una madre nadie le puede venir a reclamar cuando pelea por la salud de sus hijos, en cambio, si ponemos vecinos o ponemos cualquier otra palabra, si podía saltar la bronca. Pero como madres defendemos los derechos de los niños y todo a lo que hacemos. Hace 14 años venimos reclamando los derechos de nuestros hijos y eso nadie te lo puede impedir.
¿Qué cantidad de enfermos hay en el barrio?
Vita Ayllon: “La cantidad de enfermos” … Nosotros no queremos ser un número, creo que acá 1, 2, 10 o 50 es lo mismo, ya con uno es suficiente como para que se tomen las medidas y precauciones necesarias. Son muchísimos los casos, uno no quiere hablar de cantidad porque te da mucha tristeza que pasemos a ser un número. Acá hay mucha gente enferma, mucha gente que ha fallecido, muchos niños con malformación, nosotros no queremos decir son 20, 30 o 50, no queremos ser un número, pero sí hay muchos casos. Hay una problemática que se tiene que resolver, no importa la cantidad que sea, porque nuestra lucha ya no es solamente por el barrio, la lucha es por todo nuestro país, por todo el mundo…
¿Por qué fue el juicio de 2012 y qué consecuencias tuvo?
Norma Herrera: Bueno el juicio del 2012 fue por el tema de las fumigaciones, el señor Ávila hizo la denuncia, era su obligación porque en ese momento era funcionario público (Medardo Ávila Vásquez, Subsecretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba en esa época, además, es integrante de Médicos de Pueblos Fumigados). Estuvo bien en hacerlo al juicio, aunque primero tuvo una sentencia con la que no estábamos de acuerdo, pero se pudo lograr prohibir las fumigaciones, ahora fumigar es un delito, cuando uno ve fumigar puede hacer una denuncia, es un gran logro. También estamos con tantas denuncias porque se ha abierto una Fiscalía de Ambiente donde se hacen directamente las denuncias de las fumigaciones y otras problemáticas ambientales.
¿Hubo algún caso en su familia?
Marcela Ferreyra: Sí, yo por ejemplo en el 2004 tuve un bebé varón y al nacer falleció con una malformación en sus manos y en su rostro, le faltaba el diafragma donde divide la parte digestiva y respiratoria, entonces al faltar ese diafragma no desarrolló bien sus pulmones y su corazón. Al nacer obviamente le faltó lo más importante y falleció. Eso fue en el 2004 y a partir del caso de mi hijo y otro caso más, empezamos a investigar el tema de los niños que nacían con ese problema. En esa época no teníamos tanto en cuenta las malformaciones, pero ya a partir de mi hijo y de otro caso más, lo empezamos a tener en cuenta. En el mapa que armamos sobre la contaminación ya figura como algo de lo más importante.
¿Hasta cuándo tiene pensado seguir?
Marcela Ferreyra: Seguir hasta que Dios nos de fuerza y salud para poder seguir. Primero, lo que más queremos nosotras es ser reconocidos como afectados. Lamentablemente nos contaminaron, nos fumigaron, hay chicos que tienen agroquímicos en la sangre, pero no hay estudios, ese es uno de los casos que queremos saber y ver que estudien, que la Universidad se ponga las pilas para que investigue. También que salga el juicio de la Causa Madre, que las personas que nos hicieron daño vayan a la cárcel, que paguen el daño que nos causaron. Conseguir si es posible, es un sueño muy grande que tenemos, tener un hospital, para que todas las personas que son afectadas por contaminación tengamos un lugar donde haya médicos especialistas en contaminación ambiental, que nadie tenga que estar esperando dos o tres meses para que te den un estudio, que puedas conseguir un turno para el médico, que los médicos estén preparados para estos problemas. No es solamente un problema que está sufriendo barrio Ituzaingó, se da en todo el país. Nuestro gran objetivo de lucha es ser reconocidos como afectados, y que el profesional, tanto el médico como el abogado sean parte. En materia de leyes necesitamos que estén preparados para estos nuevos casos, ya que van a seguir habiendo, esto no va a terminar nunca. Y que la medicina se prepare para estos problemas ambientales, nosotras tratamos de hacer entrar el caso en la Facultad de Medicina. Siempre es una lucha, hay que seguir adelante.
Por: Marcos Pinzani, Ariel Dalfaro y Nicolás Moreno. IPEM 207 Raúl Requena.